Robos en casas en auge

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Robos en casas en auge

Interesante articulo sobre el auge de robos en casas en los últimos tiempos en Catalunya… nos demuestra que cada día tenemos que estar más atentos a nuestra seguridad y a la de los nuestros.

Pregunte en su entorno y seguro que en el último año han entrado a robar en el piso de algún conocido. El robo con fuerza en el interior de viviendas es hoy la principal ocupación y preocupación de los Mossos d’Esquadra, por supuesto tras la amenaza terrorista. Ya no importan tanto las cifras de denuncias, que desde hace unas semanas se pueden consultar en la web de la policía de la Generalitat. Preocupa la angustia que esos robos provocan en las víctimas porque en su ausencia los delincuentes violentan un espacio tan íntimo como es la casa de uno; y urge frenar a este grave problema.

En el último año la cifra de robos con fuerza en viviendas en Catalunya ronda los 2.000 asaltos mensuales (67 al día). Hay meses mejores, otros peores, pero la estadística oscila entorno a los 200 robos arriba o abajo. Esas son las cifras a las que se enfrentan los Mossos d’Esquadra, conscientes de que la solución no es sólo policial, pero sin dejar de asumir la parte importante que les toca en la solución de esta crisis.

En el último año la cifra de robos con fuerza en viviendas en Catalunya ronda los 2.000 asaltos mensuales (67 al día)

La afectación no es la misma en todo el territorio. La región policial metropolitana norte es la que concentra más actividad tanto de las bandas especializadas en el robo a viviendas, como de los asaltantes que aprovechan la oportunidad para entrar en una casa al descuido. Este territorio agrupa comarcas vecinas de Barcelona como el Vallès Occidental, el Oriental y el Maresme, con municipios como Sant Cugat, Rubí, Alella, Arenys, l’Ametlla o Montgat cuyos vecinos, en algunos momentos, han tenido la sensación de estar sufriendo una plaga de asaltos. De todo esto sabe bien el inspector Jordi Ollé, que dirige desde la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos todas las políticas que está llevando a cabo la policía para detener a estas bandas de ladrones.

El viernes el inspector Ollé presidió en la comisaría de Tarragona la reunión mensual a la que asisten los responsables los grupos de investigación de robos con fuerza de cada región policial. “Estas citas nos permiten tener una conciencia más clara de que es una prioridad de todos los Mossos, y agiliza el compartir muchísima información”, explica a La Vanguardia.

Intercambiar datos policiales es crucial porque las bandas, más que nunca, son cada vez más itinerantes

Intercambiar datos policiales es crucial porque las bandas, más que nunca, son cada vez más itinerantes. El inspector muestra unas gráficas con el perfil de estos saqueadores. Pero primero diferencia dos grupos muy distintos. Los especialistas que integran bandas criminales y a las que se investiga como tal. Y los oportunistas, delincuentes autóctonos en su gran mayoría aunque hay algún marroquí o rumano, que sólo entra en un domicilio cuando realmente es muy fácil.

La incidencia del ladrón autóctono, el delincuente habitual, es muy importante. En lo que llevamos de año, los Mossos han detenido a 700 personas acusadas de robar con fuerza en viviendas. La mitad de los arrestados eran españoles, seguidos de marroquíes. El resto de detenidos pertenecen a las principales nacionalidades que reúnen a los ladrones especializados en robar en viviendas.

Los chilenos lideran el ranking. Integran las llamadas “lanzas internacionales” integradas por tres o cuatro personas que viajan a Europa con la única intención de robar. “Todos tienen antecedentes en Chile. De hecho para ellos dar el salto a Europa significa un ascenso en su currículum delincuencial”, explica Ollé. Viven en municipios del área metropolitana, mayoritariamente en Badalona y Santa Coloma de Gramenet, y madrugan cual obrero que hace su jornada en la fábrica. No regresan hasta que se hace de noche. Son muy hábiles entrando en los domicilios. Sólo acceden cuando tienen la garantía de que no hay nadie. Nunca arriesgan. “En cuanto se les identifica o sienten que les siguen, se van”, apunta el inspector. Para este grupo, Mossos cuenta con información muy valiosa que a través de Interpol les facilita la policía de Chile.

Los chilenos lideran el ranking. Integran las llamadas “lanzas internacionales” integradas por tres o cuatro personas que viajan a Europa con la única intención de robar

 Los georgianos integran el segundo gran grupo especializado en el robo de viviendas. Su ámbito de actuación son las zonas urbanas y sólo se mueven en transporte público. Se estructuran en grupos muy especializados en los que hay “auténticos especialistas en abrir todo tipo de puertas”. Llegan a ser tan buenos que en más de una ocasión, las víctimas se han dado cuenta de que les habían entrado a robar cuando echaron de menos algo muy concreto que se habían llevado. Hacen vigilancias previas. Marcan los pisos con plásticos o moviendo la alfombrilla de la entrada para garantizar que nadie ha entrado desde que los visitaron. Y como toda organización criminal, rinden obediencia a un mando jerarquizado al que pagan una cuota obligatoria para poder trabajar en algunos territorios.

El tercer gran grupo está integrado por los kosovares. Los primeros que llegaron a Catalunya eran combatientes de la guerra que aterrizaron con una gran formación militar y se especializaron en los butrones en las empresas. De esos apenas quedan, robar en una empresa dejó de ser rentable, y muchos se han hecho mayores. Pero los nuevos mantienen esa estética militar y una manera muy concreta de actuar. “Suelen guardar el material con el que entran en las casas en zulos cavados en el bosque. Y el material, hasta que lo venden, también lo suelen esconder en hoyos”, apunta Ollé.

Hay una característica común para todos ellos. Nunca se enfrentan a los inquilinos si son descubiertos. “No les sale a cuenta, ni les interesa. Prefieren salir corriendo”, asegura el inspector. A estos grupos especializados se les investiga por robar en viviendas, pero con el agravante de formar parte de una organización criminal. Son investigaciones más complejas, pero que consiguen, como las cinco últimas que se han llevado a cabo en Catalunya en este año, el ingreso en prisión de sus miembros. Eso sí, todos tienen buenos abogados. Presentan recursos. Pagan las fianzas. Y o bien cambian de escenario, o siguen robando.

Fuente: La Vanguardia