02 Abr Ola de robos en el Maresme y el Vallès
Los Mossos asumen que el saqueo de viviendas es el principal problema en ciudades como Sant Cugat, Alella o Rubí…
Los robos con fuerza en el interior de viviendas son, a día de hoy, la principal preocupación y ocupación de los responsables policiales de la Regió Policial Metropolitana Nord. Este territorio agrupa comarcas vecinas de Barcelona como el Vallès Occidental, el Oriental y el Maresme, con municipios como Sant Cugat, Rubí, Alella, l’Ametlla o Montgat que llevan tiempo sufriendo de manera especial la acción de las bandas itinerantes de ladrones de pisos. Esta región policial cerró el 2016 con 600 robos en viviendas más que el año anterior. Una realidad que nadie intenta tapar, al contrario, y contra la que se trabaja por tierra y aire, con el helicóptero de los mossos.
Sobre la mesa del intendente de Xavier Creus, subjefe de la Regió Metropolitana Nord, están los folios con las gráficas actualizadas de los robos con fuerza en viviendas de lo que llevamos de año. Datos por municipios, por comarca y estadísticas semanales. “No pretendo esconder una situación que nos preocupa y un problema al que estamos dedicando todos nuestros esfuerzos”, explica. Y advierte que los dispositivos de prevención y seguridad están empezando a dar sus frutos.
Por ejemplo, este febrero se denunciaron 58 robos en viviendas en Sant Cugat. En el mismo periodo del año anterior, se produjeron 76. Un ligero descenso. Hay más cifras sobre su mesa que han inquietado a los vecinos. Localidades como Rubí que han llegado a sufrir seis robos en una misma semana; o Montgat que cerró el primer mes del año con 19 asaltos, Premià de Dalt con 15, Alella con 13 y Cabrils, con 6.
Montgat cerró el primer mes del año con 19 asaltos, Premià de Dalt con 15, Alella con 13 y Cabrils con 6
“La cifra de robos es elevada, lo sabemos. Conocemos de primera mano la angustia que padecen las familias que sufren un asalto en su casa. Pero es bueno que se sepa que los Mossos, con la colaboración cada vez más estrecha de las policías locales, estamos trabajando para reducir esta delincuencia”. Esta nueva oleada de robos no está protagonizada por asaltantes violentos. Se trata de ladrones que evitan coincidir con los inquilinos, y en caso de hacerlo, huyen despavoridos.
Para entender lo que está pasando en Metropolitana Nord hay que recordar la proximidad geográfica con Barcelona. En el 2016, la capital logró reducir en un 17% los robos con fuerza en viviendas. Esa presión ha movido la delincuencia.
Pero, contado así, el análisis tampoco es completo. Hay más factores que ayudan a entender la proliferación de los robos en las dos comarcas del Vallès o el Maresme. A diferencia de Barcelona, estos otros municipios tienen muchísimos kilómetros cuadrados de urbanizaciones aisladas.
¿Quienes asaltan las casas? Se trata de organizaciones con una gran movilidad, mayoritariamente de países del Este, concretamente georgianos y chilenos, cuyos miembros residen en el área metropolitana, y que amanecen robando en Girona y, moviéndose únicamente por carreteras comarcales, terminan la jornada abriendo varias casas de una misma calle en Palafolls.
En la región metropolitana norte es muy complejo unificar procedimientos policiales
Hay otros elementos que hacen más compleja la operativa policial en estas comarcas. En la ciudad de Barcelona hay 33 juzgados de instrucción de guardia, pero existe un solo coordinador que intenta agilizar los trámites de los mossos cuando se trata de conseguir autorizaciones para agilizar investigaciones contra ladrones de pisos. En la Región Metropolitana Nord hay diez partidos judiciales y es muy complejo unificar procedimientos policiales.
No es fácil retirar de la circulación a esta modalidad de delincuentes. Cada vez que tiene oportunidad, el comisario jefe de los Mossos, Josep Lluís Trapero, explica las dificultades que tienen para conseguir autorizaciones judiciales de registros o intervenciones telefónicas de las bandas de ladrones de pisos.
Los Mossos de la Región Metropolitana Nord, con base en Granollers, celebran cada semana una reunión en la que se analizan las cifras de robos en viviendas. A partir de ese mapa elaborado con números reales se decide qué rutas o zonas reforzar policialmente. Alella, por ejemplo, sufrió recientemente cuatro robos en una misma semana que pusieron en alerta a sus vecinos. Ese misma semana se reforzó la presencia policial uniformada.
Un listado de placas sospechosas
Las policías locales tienen una labor crucial en los dispositivos de seguridad contra el robo de viviendas. En comarcas como el Vallès Occidental o el Masnou comparten con los Mossos d’Esquadra información sobre las bandas itinerantes que actúan en su territorio. Y disponen, al instante, de matrículas que son de interés policial, es decir, placas de vehículos que constan como los utilizados por ladrones de pisos. Las policías locales, mediante sistemas de vigilancias pasivos con cámaras o de patrullaje, cada vez que detectan a uno de esos coches sospechosos en su demarcación, alertan a los Mossos. Esta colaboración propició recientemente la detención de una pareja de ladrones que fueron identificados por la policía de Alella y detenidos después por los Mossos. El helicóptero de la policía catalana también se ha convertido en una herramienta crucial en materia de prevención. Aunque los últimos días algunos vecinos de esta localidad se quejan del ruido de un aparato que ejerce una importante labor disuasoria
Fuente: La vanguardia